Pedro Rocha pide la cautelar y paraliza el proceso de su inhabilitación

Pedro Rocha vuelve a ser presidente de la Federación Española de Fútbol. Su inhabilitación tras la resolución del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) queda paralizada. Es así porque Rocha ha presentado este jueves la petición de medidas cautelares a esa resolución del TAD.

Así, Pedro Rocha ha presentado la solicitud de que se tomen medidas cautelares a la decisión del TAD de inhabilitarle por dos años. Con este movimiento, la inhabilitación queda paralizada a la espera de que la justicia ordinaria tome una decisión en unos días. Pero como primera medida, Rocha vuelve a ser presidente de la RFEF porque esa resolución del TAD queda en stand by.

Este proceso se puede alargar y tendrá dos posibilidades. Con Pedro Rocha en la presidencia de la RFEF, si aceptan la petición de cautelar solicitada este jueves, seguirá siendo presidente y además podrá presentarse a las próximas elecciones de la Federación, previstas para septiembre u octubre de este año. Si finalmente desestiman la petición de medidas cautelares, Rocha abandonaría la presidencia y tampoco podría presentarse.

En una Federación que vive como una noria en lo que se refiere a su presidencia, lo que sí tienen claro en Las Rozas es que el trabajo sigue con normalidad, sea quien sea el presidente. Ahora, tras esta decisión de presentar la petición de cautelar, lo vuelve a ser Pedro Rocha. La inhabilitación de dos años del TAD por considerar ilegal el despido del ex secretario general de la RFEF Andreu Camps queda paralizada.

Así, se espera que el proceso se alargue y que ahora hable la justicia ordinaria. La defensa de Pedro Rocha está siendo llevada por sus propios abogados, ajenos a la RFEF, y la primera decisión tras conocer el martes su inhabilitación por dos años es la de hacer esta petición de medidas cautelares a esa resolución del TAD. De esta forma, Rocha vuelve a la presidencia de la RFEF.

La inhabilitación de Pedro Rocha queda paralizada

Pedro Rocha fue sancionado por el TAD por excederse en una de sus decisiones. El extremeño quedó inhabilitado por dos años para ostentar cualquier cargo directivo en una federación deportiva debido al despido de Andreu Camps como secretario general de la Federación que se produjo en septiembre, considerándose que no tenía potestad para hacerlo con el cargo que entonces ostentaba.

Esa decisión, sin embargo, fue impuesta por parte del Gobierno, a través del CSD. El entonces Secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, acordó con las jugadoras de la selección y con Rocha el despido inmediato de Camps, tras lo sucedido con Luis Rubiales en la final del Mundial femenino celebrado en Sídney. Fue una de las exigencias de las internacionales para no negarse a seguir jugando con España, lo que llevó al organismo gubernamental a aceptar e imponerle una serie de pasos a seguir a la RFEF, que fueron firmados más adelante.

Ahora, el ya presidente de la Real Federación Española de Fútbol, puesto que la inhabilitación queda suspendida, ha presentado la cautelar contra la decisión tomada por el TAD. Suspende, por tanto, el proceso de inhabilitación hasta que haya una resolución a su recurso, volviendo a tomar el mando del ente federativo apenas un día después de ser inhabilitado.